lunes, 11 de mayo de 2009

Un entrenador, despedido por ganar 100-0

Mientras los vencedores negaban haber tenido un 'comportamiento vergonzoso' razón por la que fue despedido el técnico de la escuela cristiana de secundaria de Dallas, las derrotadas de Dallas Academy han sido invitadas a un partido de las Mavericks por el dueño de la franquicia tejana, Mark Cuban.

Despedido por ganar? No, despedido por ganar 100-0. Eso es lo que le ha ocurrido a Micah Grimes, el entrenador del Covenant High School, una escuela de educación religiosa y de índole cristiana de Dallas. Su equipo cometió el 'pecado' de aplastar a sus rivales de Dallas Acamedy, otra escuela también de carácter eminentemente religioso, entre gritos del público que pedía ("¡Cien!, ¡cien!) a sus jugadoras que alcanzaran la cifra redonda en su paliza a sus rivales.

El partido se jugó el 13 de enero, y el equipo de Grimes ya mandaba por 59-0 al descanso, a pesar de lo cual seguía ametrallando desde la línea de tres a un Academy que está acostumbrado a las derrotas, no en vano lleva cuatro temporadas sin conocer el triunfo, pero no tanto a una paliza semejante.

Cuando acaba el partido, Grimes es obviamente un entrenador feliz tras asistir al excepcional rendimiento de su equipo y no hace ningún esfuerzo por contener su alegría, algo que termina de soliviantar al director de Covenant, Kyle Queal, que consideró el comportamiento del entrenador "vergonzante y embarazoso", alejado totalmente de los "valores cristianos" de los que presume la institución. El castigo para Grimes estaba ya escrito, pero el entrenador no sólo no mostró arrepentimiento sino que arremetió contra lo que considera una injusticia en un mail que envió al indignado Queal y al Dallas Morning News: "¿Por qué debería disculparme? Las chicas han jugado como tenían que jugar. Esa es mi idea del baloncesto: siempre que podamos anotar, no veo nada de malo en ello". La reacción de Queal, entonces sí, fue fulminante: despido.

Nuevamente según el Dallas Morning News, mientras que Queal y su institución guardan silencio, ha entrado en escena el excéntrico Mark Cuban, multimillonario dueño de los Mavericks de Dallas, que ha invitado al equipo de Dallas Academy, para que se consuele, a ver en directo a Dirk Nowitzki y compañía. Estos, seguramente, no dudarían en ganar por la máxima diferencia a un rival si tuvieran ocasión. Pero, claro, los valores de la NBA seguramente no sean los mismos que los de Kyle Queal.

As.com 26/01/2009